¿Dónde está Loan? Milei se negó a recibir a los padres del niño desaparecido

Por Cecilia Solá

La familia de Loan pide que el presidente Javier Milei los reciba, les brinde apoyo para encontrar a Loan, el nene de 5 años sustraído mientras iba a buscar naranjas en lo de su abuela. Milei no los recibirá.

Creo que hasta él se dio cuenta del grado de cinismo y perversión que se necesitaría para estrechar la mano de un padre cuyo hijo puede ser víctima de trata, cuando desde el inicio de gestión no ha hecho otra cosa que destrozar todos y cada uno de los programas y organismos de lucha contra este delito aberrante.

¿Qué podría decir Milei sobre Loan si cada vez que habla de las Infancias es para describirlos “envaselinados y atados”?
¿Qué aporte constructivo daría si para él la gurisada pobre está para ser encarcelada?
¿Los va a recibir para aplaudir la estupidez de Bullrich de revisarle la panza a los yacarés?

Desde el principio, Milei dejó claro que, las niñas y niños son bienes transables, comprables, vendibles, usables y descartables.

El 10 de junio, el periodista Santiago Cúneo, acusó al actual presidente de formar parte de una red de pedofili4. Un caso que lleva adelante el juzgado de Daniel Rafecas y del que no se habla.
En Brasil, Milei recibió una medalla con significado misógino y homofóbico de parte de Bolsonaro, quien fuera acusado de pedofili4 por sus dichos sobre adolescentes venezolanas.

No es Milei la figura pública más acertada para ayudar a encontrar a un nenito que, se sospecha, fue secuestrado con fines de trata. Ni Bullrich que tanta fuerza y despliegue hizo para convencernos de que a Loan se lo comió el monte.

Suerte que la gente estaba atenta, que sí no, te clavan dos huesos de alguien muerto hace un siglo y te dicen que ese es tu hijo. Y si creen que exagero, pregúntenle a Antónia Moran, la mamá de Mayra Benítez, a la que todavía reclamamos.

No es mi intención ser irrespetuosa ni picante. No puedo ni imaginar el dolor y la desesperación de la familia de Loan, su necesidad de ser escuchados, de poder confiar en que alguien los ayudara a buscar y a encontrar a Loan. Pero ese alguien no es Milei.

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