Por Editorial Sudestada
Más de 30 universidades tomadas en todo el país, con clases abiertas, asambleas con voto a mano alzada, entre estudiantes, docentes y profesionales que le ponen el pecho a otra lucha histórica por las Universidades públicas, y frente a los ataques del gobierno nacional, de los infiltrados con gas pimienta, de la policía que ingresa -cuando no puede entrar- para intimidar, con cortes de luz en plena asamblea, con aprietes, falsas denuncias, y con el estigma -otra vez- de “violentos” a quienes defendemos todos nuestros derechos. En este caso, la educación pública. Porque hoy peligra, porque la acción es ahora, porque sino mañana será tarde.
El gobierno y sus voceros decretaron el desfinanciamiento, con aval de un Congreso panqueque. Porque de los más de 7 billones que necesitan las universidades públicas -solo para funcionar- “ofrecen” un poco más de 3. Y salieron a decir que nadie las iba a cerrar. Que la importancia es el “déficit”, que inventamos alumnos, que “hay más ñoquis que violentos”, que “fumamos porro en vez de estudiar”, y el intento de ensuciarnos frente a la opinión pública continúa. Incluso el mismo Milei definió que los pobres financiamos a los hijos de los ricos, definiendo así a la universidad pública. Y con una clara intención: privatizarla.
La lucha sigue, las asambleas continúan, las tomas se multiplican, porque la educación pública peligra, porque en 2025 el ajuste será mayor, y porque para privatizar las universidades primero necesitan desprestigiarlas, demonizar a los estudiantes y a los docentes, instalar que todos estos derechos son un “curro”, y cuando el vaciamiento sea tal, y estudiar un privilegio de clase, ahí llamarán al privado. Lo sabemos. Lo tenemos claro. Por eso acá no se rinde nadie.
Porque las Universidades son nuestras. Porque para hablar de ellas hay que empaparse bien adentro. Porque ni con infiltrados con gas pimienta, ni con las fuerzas represivas, ni con todo el discurso operador, mentiroso y oportunista, nos callarán. Porque este es un nuevo Estudiantazo, que ya está haciendo historia.
