El gobierno mantiene detenidos a 16 compañerxs acusados de “terrorismo”, y hay denuncias de abuso dentro de los penales

Por Editorial Sudestada

El operativo de Bullrich junto con la criminalización de la protesta -promovida por el gobierno- detuvo a 33 personas en la movilización contra la Ley Bases. 16 de ellas todavía siguen en prisión acusadas de “terrorismo”. Familiares y organismos de DDHH convocan hoy a una concentración en Plaza de Mayo para exigir la libertad de los compañeros. “No son delincuentes, son ciudadanos con conciencia que fueron a manifestar”, sostuvo la mamá de Nicolás Mayorga, uno de los detenidos.

Como si estas detenciones arbitrarias y antidemocráticas no bastaran, con Stornelli como fiscal y el gobierno para derramar el “terror” -para que nadie se atreva a salir a las calles en futuras protestas, de cara al hambre que se profundiza día a día-, se denuncian abusos dentro de los penales. “Apenas entramos nos pusieron contra una pared y nos empezaron a tirar gas pimienta. Nos desnudaron y nos interrogaron. ¿Cuánto les pagaron por ir ahí, eh?”, le contó a Página/12 Matías Ramírez, vendedor de choripanes.

Los desnudaron, los hostigaron, les tiraron gas pimienta, los apretaron con interrogatorios similares a los servicios de tareas de los 70, y los mantienen presos. A estudiantes, laburantes, profesores, ciudadanos de a pie, que salieron a ejercer el derecho al reclamo contra una condena nacional y un gobierno que sigue mostrando la hilacha represora y de persecuciones demasiado peligrosas.

A todo esto se suman denuncias de amenazas a periodistas que intentan visibilizar la realidad, con mensajes mafiosos, aprietes por la espalda, y una metodología que los amantes de las “botas” conocen a la perfección.

Esto es violencia política. Si protestás sos delincuente. Si sos delincuente un efectivo te puede disparar sin la voz de mando. Pero como todavía no pueden afirmar ese accionar, detienen a compañeros, con abusos de Poder dentro de los penales, y a casi una semana de la movilización 16 de ellos siguen presos por “terrorismo”.

Ante el hambre, la violencia estatal, en todo sentido.

Imagen de portada: Sebastián Pittavino

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