“Fuegos mentales”: búsqueda, destellos y voces en Vicente Zito Lema y Jacobo Fijman

El viernes 2 de agosto a las 19hs, en el marco de Agosto poético, el ciclo del Centro Cultural de la Cooperación, se presentará el libro Fuegos Mentales: la novela del poeta en el hospicio. Este libro, que contiene un exquisito prólogo de Marcelo Persia, fue publicado recientemente por Ediciones Locolectivo y editado por Claudio Bernárdez. Una vez más, luego de su partida física, leemos este libro de Vicente Zito Lema como un legado, como un documento donde se enuncia y se denuncia los padecimientos de un poeta y amigo en el Hospital Borda. En medio de esta atmósfera opresiva, tortuosa, donde Fijman sueña con la ascensión y la eternidad de la poesía, se construye una voz polifónica donde es difícil separar al joven periodista y abogado que llega al hospicio en búsqueda de justicia, del poeta y dibujante encerrado entre las paredes del espanto. En el diálogo entre los poetas, se unen las infancias y las búsquedas: ese camino incansable que contiene toda la escritura de Zito Lema hacia la belleza y la justicia.

Por Natalia Bericat

La noche del corazón es el nombre que eligió Marcelo Persia para inicial su prólogo a este libro. Un verso extraído de Molino Rojo, de Jacobo Fijman, que condensa las palabras y las voces que Fuegos mentales desprende. La oscuridad, el dolor y la tortura son pliegues de esa noche: el hospicio y los largos años en los que estuvo encerrado escribiendo y pintando mientras tenía esas pequeñas muertes, una tras otra, luego de los golpes y la violencia. La pieza donde dan el electroshock tiene el olor de la piel de los muertos, madre, leemos en esta novela.

En ese universo invisible, para el resto del mundo, Vicente Zito Lema irrumpe para extraer y poner a la luz, por medio de la conversación, un material único: la voz, la vida y la poesía de quien se convertiría rápidamente en su amigo. Lo vuelve a traer como pensamiento vivo en estado conversacional, dice Persia y agrega, en relación a las escenas que estas páginas cuentan; VZL pone en escena una de sus convicciones: sin consentimiento de la fantasía no hay amistad. Sin relato de historias inverosímiles no hay amistad (…) La amistad está en el mundo para atesorar fantasías (…) en esa común imaginación acontece la vida.

Como ocurre con la bibliografía de Vicente Zito Lema, un solo género no alcanza para cubrir el lienzo que escribe. La novela está acompañada de otras textualidades como el ensayo, la poesía, la dramaturgia, el monólogo interior y sobre todo el espacio donde la poesía y la locura se definen: ¿Qué sabe de la poesía?(…) Ah, la poesía, esa búsqueda desesperada de la verdad en los escondrijos de la belleza. Para ello uno tendrá que renacer, porque sólo el que pasó por la muerte puede estar vivo en la poesía. Y continúa en el hilo de la conversación entre los poetas: He investigado la locura. Sé que para la ley los que son vistos con un riesgo para sí mismos o para terceros deben ser internados, aún en contra de su voluntad. Serán muertos civiles. Todo lo que piensen, digan o hagan no tendrá ningún valor.
En el umbral de la muerte, hay un hombre que reflexiona y pone todos sus pasamientos al servicio de lo justo. La palabra justa vale más que el oro, dice uno de sus textos y una vez más la síntesis centellea sobre los ojos de los que leen. A quienes escuchamos estas palabras, a quienes recorremos junto a los poetas ese camino dantesco tan desierto, nos regala la verdad: Y no deje que la amargura de hoy por la falta de justicia le enturbie su amor de siempre por la poesía. Siempre vigente, siempre con las herramientas para leer cualquier presente histórico, Zito Lema nos brinda las armas para combatir a los verdugos y entender cómo en un mundo hundido por la pobreza y el egoísmo, podemos alcanzar la belleza y lo justo. Vicente Zito Lema introduce una vez más una pregunta que es sentencia y que es denuncia: ¿Para qué sirven los intelectuales que le besan los pies al poder?

Las escenas de este libro, entretejidas con la fantasía, el delirio y el lenguaje onírico, nos muestran imágenes donde el presente del relato y la conversación viajan a la infancia de los poetas. Resulta complejo saber cuál es el niño que habla. La memoria vuelve en forma de nieve, pero también de nubes. Los recuerdos retornan con aullidos de lobos y sonidos de canciones que habitan en la mente de quien dice. Nada es estático en este paisaje. Hay un movimiento, una música, un arco de violín que permite pensar mientras hay un alma en pena que deambula. La belleza es un oro con liviandad de rocío. Así pienso mientras deambulo como lo hacían los antiguos filósofos por las plazas de Atenas, aunque no llevo una túnica blanca sino mi harapiento disfraz de internado, dice Jacobo Fijman aunque nunca es nombrado. Leemos Fuegos mentales escuchando el eco de las voces de la amistad y de aquellos que se vuelven eternos en la poesía.

Presentan: Regine Bergmeijer: Compañera de vida de Vicente Zito Lema, Natalia Bericat: escritora, Claudio Bernárdez: editor

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