Los casos de abuso sexual contra las infancias no solo están invisibilizados, sino que además, en estos procesos judiciales, las mamás protectoras son fuertemente violentadas y revictimizadas a la hora de denunciar. Desde Editorial Sudestada, hablamos con Mariel Rosciano sobre la causa de dos infancias en Mar del Plata donde se detectó que el testimonio corresponde a características de Trata de personas y el acompañamiento que ella está realizando a la madre de lxs hermanitxs, quienes no se nombran, para proteger y cuidar su identidad, como Infancias valientes.
¿Qué actitud tiene la Justicia con las mamás protectoras?
Hay una idea de plantear locura constante en madres que denuncian. Aparece el gran fantasma en cualquier madre que denuncia abuso sexual interfamiliar que es una madre que utiliza el falso síndrome de alienación parental para demonizar a la figura del progenitor, ponerlo en contra y hacerse de su hijo o hija como si fueran una cosa. Como si lxs niñxs fueran cosas vacías que nosotras como madres podemos llenar en sus cabezas con ideas, con cosas y metérselas tanto que vayan y repitan como loros estos relatos.
¿Qué pasó cuando estas infancias contaron lo que estaban viviendo?
A lo largo de este año, con las videollamadas y en un encuentro personal, generé un vínculo afectivo muy lindo con ambos, que hizo que ellos pudieran confiar en mí y contarme un montón de cosas que vivieron, como mostrarme dibujos que han hecho a lo largo de este tiempo. Uno de los dos (no voy a decir quién), me preguntó si esta vez los iban a escuchar de verdad o si iban a hacer como las otras veces. Usó una metáfora que me pareció realmente brillante: “Hicieron como si fueran una galletita acá, otra acá, y en el medio lo que dijimos es este aire. Se lo comieron y chau. Como si no hubiéramos dicho nada”.
O sea, se comieron sus testimonios, se los comieron, se los tragaron, hicieron de cuenta que no dijeron nada. Se tragaron su dolor. Se tragaron todo lo que pasaron y se tragaron todo lo que tuvieron que volver a revivir. Esto pasó hace cuatro años y hace cuatro años, de hecho, justo antes de las detenciones, es más, con las detenciones en marcha, la Jueza de familia pretendía que lxs niñxs se presentaran a hablar para poder sostener el pedido del progenitor (que ya estaba detenido en ese momento) y que no se siguieran viendo con su psicóloga. Hasta el día de hoy todavía no pueden verla.
Esto es una locura, parte de la violencia por parte de la justicia. Y esto es parte también de por qué la Jueza de familia merece una investigación. Muchas madres deben ser víctimas de esto y deben pasar por estas situaciones. Hablé con la mamá porque para mí era un caso posible de explotación sexual por parte del progenitor y terceros.
Vos nos comentaste que esta causa abarca también Trata de personas ¿Nos podés ampliar ese análisis?
Para mí no es una causa de Familia, no es una causa de A.S.I (abuso sexual contra las infancias), sino que es una causa de presunta pedofilia o pornografía infantil, mal llamada pornografía infantil, o posible trata de personas. Digo Trata de personas porque la Ley de trata de personas es muy abarcativa y entiendo que hay algunas cuestiones que relatan les niñes que entran dentro de ese marco. En el relato había indicios de esto.
A partir de ahí, empezó el camino de buscar hacer otra denuncia ya que la causa estaba en Familia y debía ser cambiada de juzgado. En familia todo el tiempo la madre era revictimizada, era violentada. Le llegaron a sacar dos semanas antes de la detención la psicóloga a las infancias diciendo que el progenitor no estaba de acuerdo con esa psicóloga porque le metía ideas en la cabeza para que ellos hablaran en contra de él. Y le sacaron a la única persona que los escuchaba. No lo puede hacer por SAP, por falso síndrome de alienación parental, pero algo parecido en los escritos se deduce. Intenta, de alguna manera, descalificar absolutamente todas sus actuaciones en función de que estaba siendo influenciada por el relato de la madre para que repitieran ese tipo de cosas.
Les niñes habían presentado ataques de pánico fuertes, muy fuertes, sobre todo el más grande, que es el que tiene miedo que le pase algo a la mamá, porque su progenitor todo el tiempo les decía que este era un secreto. Les decía que lo que hacía con ellos era un secreto. No se le podían contar a mamá porque si lo contaban, a ella le podía pasar algo.
La madre es docente, del sindicato docente de Mar del Plata y no la han acompañado. Tienen un espacio de género activo y cuando ella se presentó no fue creída, no fue escuchada, no fue acompañada. Se empezó a quedar sola, cada vez más sola y más aislada, tanto que terminó buscando apoyo en madres protectoras de otras provincias porque en Mar del Plata no le creían. Digo esto porque es importante remarcar que el progenitor es un militante del mismo partido ¿Hasta dónde la revictimización y la figura del varón, que evidentemente maneja poder, maneja tanto poder que son protegidos?
