Por Editorial Sudestada
Luego de la votación en senadores, con las negociaciones y transas, las palabras de Villarruel y el voto definitivo, la Ley desguazada del gobierno pasa a Diputados y la rosca de traidores a la Patria, de bolsillos llenos, de aumentos de salarios para funcionarios como “premio”, de “cargos por votos”, y el acompañamiento de los que el presidente denominó “ratas” y “pedófilos”, continúa para que la Ley salga y la condena comience de manera legal.
RIGI, facultades delegadas, privatizaciones, ganancias, bienes personales, el remate de la soberanía y de nuestros recursos naturales, régimen laboral de saboreo empresarial y aniquilamiento a la clase trabajadora, son algunos de los puntos que hoy celebran los buitres de la política nacional con bandera extranjera que flamea en el territorio. Un logro de este grotesco que a su vez hace propaganda del nuevo “Pacto de Mayo” para el 9 de julio, con el macrismo bien dentro, los radicales funcionales a cualquier neoliberalismo que ande dando vueltas, y el peronismo transa, cómplice y funcional.
“Nos tratan de degenerados y vamos a acompañar”, sostuvo De Loredo, tal vez una de las caras visibles de cómo el empobrecimiento masivo no tiene como responsable solo al gobierno nacional sino a la clase política entera, por acción, omisión, tibieza, y alineación directa.
El presidente de gira. Caputo y Sturzenegger midiendo quién propone el ajuste más feroz que ya es parte de sus prontuarios. Y el pueblo con una condena firmada en el Congreso para el presente y el futuro cercano y lejano.
Pero la lucha sigue. Porque con todo el Poder a su favor, el gobierno logró una ley desguazada, a costa de la corrupción que la agenda mediática ignora, de la represión y la persecución a compañeros Porque cuando el plan es el empobrecimiento masivo lo que el Poder debe lograr es el miedo y el terror en la gente, para que la respuesta no esté a la altura.
La lucha sigue y los traidores también. Y el presente y la historia tienen bien en claro en qué lado de la mecha estamos cada uno frente a semejante realidad.
