“Pido perdón”: Habló Pedro Brieger luego de las denuncias de acoso sexual

Por Editorial Sudestada

“Quiero decir que escuché el mensaje de periodistas argentinas y rápidamente les hice saber mi deseo de hacer públicas las disculpas. Por eso, en primer lugar, quiero pedir perdón. Sé que lastimé a mucha gente. Pido disculpas a cada una de ellas por mis actitudes inapropiadas. Me hago cargo, me arrepiento y hago públicas mis disculpas. Hace muchos años hubo un quiebre en mi vida y dejé de tener conductas que no eran respetuosas. Gracias a un acompañamiento terapéutico prolongado lo pude superar y hoy soy otra persona. La que describen existió, pero hace mucho tiempo que no existe más. Por este motivo, quienes hoy trabajan conmigo en diversos ámbitos se asombraron al enterarse de actos impropios de mi parte en tiempos pasados. Me pongo a disposición de Periodistas Argentinas y otros organismos para intentar ayudar de la manera que lo consideren conveniente con el objetivo de que esta clase de actos no se produzcan más. Espero que puedan aceptar mi ayuda. Como hace tiempo ya no soy esa persona, creo que mi testimonio hoy puede servir también para romper los pactos que existen entre hombres para tapar nuestras conductas, dentro y fuera del periodismo. Y estoy dispuesto a colaborar para que así sea. Reitero, pido perdón a quienes ofendí y afecté”, sostiene Pedro Brieger acusado de acoso sexual por más de 10 mujeres. 

Luego de la denuncia pública de Periodistas Argentinas, del cimbronazo mediático sobre las acciones de Brieger, sale a hablar, a pedir disculpas, con un mensaje grabado y publicado en redes sociales. ¿Alcanza con pedir perdón? ¿Hubiera hablado Brieger si las denuncias no hubieran tenido tanta difusión? ¿Qué hubiera sucedido -como otras millones de veces- si la palabra de una compañera era ninguneada, se la trataba de “trepadora”, de “falso testimonio”, o de “querer sacar provecho? ¿Por qué Brieger sale a pedir disculpas ahora? ¿Estará evitando a la Justicia?

Algunos interrogantes, muchas preguntas, y una enorme certeza: Hablar, denunciar, creerle a la víctima, es el primer paso para que los abusos, acosos, y actos de violencia machista, comiencen a terminarse. Esta certeza es clara, porque si a la primera víctima que habló -y a todas ellas- no les hubieran creído, dudamos muchísimo de que Pedro Brieger hubiese grabado este mensaje.

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