Serpientes en el Espejo es un viaje vertiginoso al centro de un universo tan apasionante como desgarrador; tan absolutamente actual que parece mentira; una historia que puede ser cualquiera o ninguna.
Por Mauro Bistman
La amistad, el concepto de manada y la convicción de que no todo es lo que parece cuando hay poder, explotación, abuso y mujeres desaparecidas de por medio se conjugan en una novela que pinta por completo una escenografía diversa, reconocible y estremecedora.
La desaparición de una madre soltera que vende sexo y, para escapar de la violencia que tantas veces la encontró sometida en lo que debió ser su nido, se expone a la violencia de clientes con deseos especiales en lugares que no son nido de nadie.
La ausencia de Amalia termina exponiendo un ecosistema corrupto que contiene a gran parte de las instituciones que debieran garantizar la seguridad y, lejos de combatirlo, lo alimentan.
Una militante feminista, Helena, y un fiscal con conciencia de género, el Oso, son los otros vértices del triángulo de poder que junto a Nina ofrenda su propia seguridad para tratar de rescatarla antes de caer ellos mismos ante sus propios infiernos.
Migas de pan que pueden llevarnos a la perdición absoluta, la búsqueda de una respuesta puede ser el camino al abismo; mientras, como si todo lo anterior no fuera suficiente, la sombra de Medusa nos susurra en el oído.